Arnay: “Vivimos en una sociedad enormemente estimulante, pero no sabemos gestionar esos estímulos”

Artículo escrito por: A.P.G

Tras los recientes episodios de abusos sexuales entre menores que se han producido en el país, el doctor en psicología José Arnay Puerta, especialista en psicología evolutiva y educación, considera que “la escuela no dedica el tiempo suficiente a educar sino a instruir”. “Parece que son más importante las matemáticas o la lengua que la educación en el hogar, y de nada nos sirven individuos inteligentes si son violentos”, explica Arnay, quien sostiene que "la solución para la completa educación de los infantes consiste en que tiene que haber una acción mejor coordinada, más educativa y no represiva" y que “si el niño no cuenta con la educación de los padres, estudiar en la escuela no sirve para nada”.

Y es que, según el experto, si “inicialmente la educación falla, luego la escuela no lo puede solucionar". Por ello, “en muchas escuelas se llevan a cabo programas de padres por parte de la Consejería de Educación para educar o reeducar a los padres”.

Arnay también achaca las causas de estas conductas a que “vivimos en una sociedad enormemente estimulante, pero no sabemos gestionar esos estímulos”. "La falta de control y la excesiva permisividad en los primeros años del infante desencadena luego una exposición a todo tipo de información incontrolable. Los niños necesitan control parental, supervisión y límites. Ese patrón de valores deben saberlo antes de entrar a la escuela", piensa el doctor.

En este sentido, señala a los videojuegos y el contenido de todo internet (violencia extrema, pornografía, fabricación de armas, drogas) al que los jóvenes pueden acceder en internet como otra de las causas de comportamientos violentos y abusivos para con otros menores. "En el mundo de los videojuegos no existen límites en cuanto a acciones violentas se refiere. Toda la estimulación que hoy están recibiendo los niños provoca que su cerebro se conforme para actuar en un medio de violencia simbólica que luego puede llevarse a la realidad”, concreta.  “El efecto de imitación puede ser muy peligroso y este factor existe en la escuela. Algunas conductas de niños no son las apropiadas y son imitadas por otros. Para solucionarlo hay que dialogar y reflexionar”, concluye.

 

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